
Internet se empez贸 a popularizar y emplear para uso particular en la d茅cada de los 90 del siglo pasado. Desde entonces, ha despertado un gran inter茅s entre periodistas, representantes p煤blicos y acad茅micos. Todos estos 谩mbitos dialogan y discuten sobre las posibilidades del ciberespacio para fomentar la participaci贸n en nuestros sistemas representativos. A veces, de forma separada. En otras ocasiones, juntos.
Algunos plantean que el ciberespacio puede acercarnos a una democracia m谩s radical. En ella, la ciudadan铆a adquiere una mayor capacidad para decidir sobre los asuntos p煤blicos que le afectan directamente.
Este escenario ideal ya fue integrado en los primeros manifiestos y opiniones sobre internet. Todos ellos interpretaron la descentralizaci贸n y el desarrollo de protocolos abiertos como caracter铆sticas cercanas a los valores de libertad y autonom铆a en la red. Pero esta visi贸n esperanzadora no atraviesa su mejor momento.
De la esperanza a la cr铆tica
En los 煤ltimos a帽os ha aumentado el n煤mero de opiniones que se muestran m谩s pesimistas. Existen posiciones contra la relevancia creciente que han adquirido las redes sociales y servicios en l铆nea ofrecidos por Google, Apple, Facebook y Amazon.
Estas empresas se sintetizan bajo el acr贸nimo GAFA en los diversos art铆culos que se refieren a ellas en conjunto. Muchos de estos trabajos acad茅micos y period铆sticos son cr铆ticos con la actividad econ贸mica de estas grandes corporaciones.
Primero, porque extraen los datos personales de los usuarios cuando estos interaccionan dentro de sus plataformas electr贸nicas. Y porque, a la vez, esta informaci贸n personal es recopilada y procesada con el objetivo de crear contenido publicitario af铆n a los intereses de cada consumidor concreto.
Por ejemplo, si est谩s leyendo esta entrada y eres una mujer de entre 25 y 35 a帽os, probablemente hayas visto m谩s de una vez el anuncio de ClearBlue en YouTube. Todo ello, con independencia de si cuentas con un deseo real de quedarte embarazada a corto o largo plazo.
Si por el contrario no conoc铆as esta marca de test de embarazo, es posible que tus caracter铆sticas sociodemogr谩ficas no se ajusten al p煤blico objetivo de la empresa.
Datafication y algorithm decision making son los t茅rminos anglosajones empleados para referirse a los procesos descritos anteriormente. Adem谩s, estas t茅cnicas de extracci贸n y procesamiento autom谩tico de datos personales pasan desapercibidas mientras permanecemos conectados a la red. Incluso cuando somos conscientes de que existen ignoramos c贸mo funcionan.
En otras palabras, desconocemos qu茅 datos obtienen estas compa帽铆as de nuestra actividad en la red. Al mismo tiempo, no sabemos de qu茅 manera procesan nuestra informaci贸n personal para definir c贸mo somos y c贸mo nos clasifican dentro un perfil publicitario concreto.
En definitiva, Google, Apple, Facebook o Amazon conocen mucho de los internautas, mientras que nosotros contamos con poca informaci贸n sobre ellos.
Por qu茅 hablar de resistencias digitales
Es en este contexto donde toman sentido t茅rminos como disidencias electr贸nicas, resistencias digitales o, incluso, contrapoder en red. Es cierto que los oligopolios tecnol贸gicos acumulan y controlan los flujos de informaci贸n en l铆nea. Pero a煤n es posible encontrar herramientas para crear espacios de autonom铆a, iniciativas para defender los principios de la libertad en internet y propuestas para trabajar por un proceso com煤n de toma de decisiones.
Algunos de estos proyectos se incluyen en Cartograf铆a de las resistencias digitales. Este mapeo online identifica los colectivos que promueven estrategias y planes para invertir estas relaciones de poder desiguales en el espacio en red. El mapa se encuentra en Ushahidi, una plataforma de software libre originalmente dise帽ada para la cartograf铆a de zonas de cat谩strofe.
En la actualidad, el mapa cuenta con 295 iniciativas con diversas tem谩ticas y enfocadas a m煤ltiples actividades. Algunas de ellas son la codificaci贸n de software libre, la participaci贸n en redes de pares y en cadena de bloques, la colaboraci贸n en redes de malla, la encriptaci贸n de las comunicaciones personales y la creaci贸n de contenido Creative Commons.
No es necesario viajar a Estados Unidos para conocerlas, porque todas ellas se localizan en Espa帽a, el marco de referencia de este estudio. Las 煤nicas regiones que a煤n no cuentan con iniciativas mapeadas son Navarra, Ceuta y Melilla. Lo que no significa que no existan sino que, simplemente, no se localizan en la plataforma.
El mapa se encuentra abierto para cualquier colectivo que quiera incluirse en 茅l. Para ello tan solo ha de acceder al cuestionario disponible en la p谩gina de inicio.
Una vez completada esta peque帽a encuesta, la organizaci贸n aparecer谩 junto al resto de colectivos que fomentan formas alternativas de participar en la red. El mapa es un instrumento 煤til para la investigaci贸n acad茅mica, pero tambi茅n para la identificaci贸n y reconocimiento de proyectos de la sociedad civil.
Conocer estos proyectos es el primer paso para poder actuar pol铆ticamente a favor del internet en el que deseamos navegar. Sobre todo, en un ciberespacio cada vez m谩s privativo y centralizado en las plataformas y servicios de las grandes corporaciones que acumulan nuestros datos.
Este art铆culo fue publicado originalmente en The Conversation. Lee el original.