Que a los tres días del inicio de una estancia en México tengas la oportunidad de conocer una recogida de firmas canalizada a través de Internet es, si no un acierto del destino, una más que satisfactoria coincidencia. El miércoles 9 de marzo acudió a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) Pablo Montes Mendoza, uno de los impulsores de la Ley 3 de 3.
Esta iniciativa ciudadana pretende terminar la corrupción en México que, como explicaba el licenciado, ha alcanzo en el país unas dimensiones considerables, no solamente por la cantidad de recursos que desplaza de cauces legales (el 9% de su Producto Interior Bruto, el cual equivale a 347.000 millones de pesos, unos 17.000 millones de euros), sino porque se trata de un problema estructural del país americano, que los ciudadanos han asumido como sistemático. Y así lo ejemplificaba Montes Mendoza: las mordidas en los restaurantes, que antes facilitaban los trámites documentales para su puesta en marcha, se han asumido como un tipo de impuesto más, ya ineludible para los propietarios.
Para Montes, la solución ante este problema pasa por el papel activo de una sociedad civil que ya está «harta de la corrupción», la cual sabe que «pedirle a los políticos que resuelvan el problema es como pedirle a un futbolista que sea el árbitro de su propio partido» . Y todo ello, mediante una Iniciativa Ciudadana de Ley, la cual exige 120.000 firmas para poder ser tramitada por el Congreso*. «Porque con el enojo podemos hacer más que memes chistosos», señala el vídeo promocional de la propuesta, utilizado por el ponente para ilustrarla durante su presentación.
Esta Iniciativa Ciudadana de Ley General de responsabilidades Administrativas, la conocida como Ley 3 de 3, es un documento de 83 páginas pretende combatir las malas prácticas en México mediante mayor transparencia, a través de la obligación de todo funcionario público de presentar, de forma periódica, la declaración patrimonial, de intereses y fiscal. A ello se unen otros puntos clave, como dotar de mayores recursos a la investigación contra la corrupción o habilitar mecanismos de denuncia por parte de los ciudadanos, de forma segura y anónima.
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Coordinados por Enrique Cárdenas Sánchez, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, tres fueron los redactores de la Ley 3 de 3: Josefina Cortés Campos (Instituto tecnológico Autónomo de México), Max Kaiser Aranda (Instituto Mexicano para la Competitividad) y José Roldán Xopa (Centro de Investigación y Docencia Económicas). A ellos se unió la participación y colaboración de más de 20 expertos en la materia de diversas instituciones además de las ya mencionadas, como Transparencia Mexicana, en el caso de Eduardo Bohórquez o como Red por la Rendición de Cuentas, a la que pertenecen Lourdes Morales y Mauricio Merino.
La utilización de expertos en la elaboración de la iniciativa es uno de los factores destacados por Montes Mendoza pues, según el ponente, el valor de su propuesta recae en la colaboración de personalidades documentadas y sin relación directa con las instancias documentales, lo que les permite crear un texto con validez teórica y con independencia de los responsables a quienes la legislación se dirige.
En cuanto al papel de Internet para fomentar de esta forma de participación, el licenciado admitió ser más limitada de lo que para él sería deseable. Las firmas han de realizarse en papel (con el nombre y apellidos, la firma o la huella y la Clave de Elector), y entregarse de forma presencial. Para ello, la iniciativa cuenta con 200 puntos de entrega distribuidos por todo el país que, eso sí, vienen especificados en su página web (http://ley3de3.mx/), donde ofrecen a organizaciones y empresas implicarse en la recogida de firmas.
Por su parte, los ciudadanos, además de conocer los detalles de la propuesta a través del sitio web, tienen la posibilidad de descargarse el formato de firmas con diez espacios diferentes y poder así invitar a otras personas a que se unan a la propuesta. Además, pueden imprimir un poster con el hashtag #YaFirméLey3de3, si prefieren anunciar colaborar mediante la publicidad en Twitter u otras redes, pues la página cuenta con canal de YouTube y página de Facebook propia, para contribuir así a alcanzar los apoyos dispuestos por la legislación mexicana.
El día de la conferencia, el ponente confirmaba haber recogido ya unas 80.000 firmas tras mes y medio de su lanzamiento. Una semana después, la web de la Ley 3 de 3 señala contabilizar más de 120.000 firmas,** y supera así el objetivo propuesto, por lo que ya se encuentran planeando su envío al Instituto Mexicano para la Competitividad. Aún queda tiempo para conocer la reacción del Congreso ante las propuestas de esta Ley General de responsabilidades Administrativas. Sean cuales sean los resultados, Montes Mendoza, con un tibio optimismo, recuerda: pase lo que pase, hay que seguir trabajando.
* Como inciso, cabe señalar que en España se requieren 500.000 firmas para realizar esta forma de participación homóloga, la Iniciativa Legislativa Popular, para una población de 46 millones de habitantes. En México habitan unos 122 millones de personas, por lo que solamente es necesario el 0,13% de las rúbricas de los electores para que tenga validez ante el Poder legislativo del país norteamericano.
** 103.ooo es la cifra exacta de la última actualización, en la fecha de publicación de esta entrada.