La Investigación e Innovación Responsables o RRI (por las siglas en inglés de Responsible Research and Innovation) es un enfoque de trabajo referente en Horizonte 2020, el programa de la Unión Europea para la investigación y la innovación desde 2014. Se trata de un concepto nuevo, con solo 10 años de vida, que surge en la evolución de los anteriores programas de financiación europeos -el VI y VII Programa Marco- y en el marco de las iniciativas de ‘Ciencia en Sociedad’, que buscan hacer partícipes de la ciencia a los ciudadanos a través del diálogo, la reflexión, la participación y el consenso en las cuestiones científicas.
La RRI va un paso más allá en estas relaciones entre investigación, innovación y sociedad, integrando un amplio abanico de posibles líneas de trabajo como son la participación ciudadana, el acceso abierto, la igualdad de género, la educación científica, la ética y la gobernanza.
Existen convocatorias de financiación específicas dentro de H2020 para estudiar y desarrollar este nuevo enfoque de la RRI, cuya aplicación práctica es aún un asunto en desarrollo, así como su impacto ético y social, tal y como explica Miquel Osset Hernández en este interesante artículo de reflexión.
Pero también es una perspectiva transversal a cualquier proyecto de I+D+i, sea del tipo que sea, y en cualquier disciplina. Es decir, integrar el enfoque RRI de forma efectiva “suma puntos” en la dura competición por conseguir financiación europea para la investigación.
Así pues, es recomendable tener en cuenta estas dimensiones relacionadas con la responsabilidad social y la transparencia a la hora de elaborar un estudio.
Y aunque el concepto pueda parecer un tanto etéreo, en la práctica, es bastante sencillo integrar alguna acción o actividad relacionada con la RRI. De hecho, esta es una cuestión recurrente que trasladan aquellos investigadores que se inscriben a los cursos de introducción a la RRI que impartimos desde la Fundación 3CIN: mi proyecto es demasiado científico/técnico e integrar a los ciudadanos en él es imposible.
Pero no. Sí es posible. Sólo es necesario tener un poco de ayuda. Una buena opción es buscar un partner que trabaje sobre RRI. De hecho, muchas veces solo es necesario dar forma al enfoque RRI, o lo que es lo mismo, hablar de él a lo largo del planteamiento y desarrollo de todo el proyecto, y enmarcar algunas acciones ya previstas en la memoria en las dimensiones de la RRI, e incluir otras complementarias en la medida de lo posible.
Por ejemplo, si en tu estudio mides o puedes medir alguna variable relativa al género, si tienes previsto mantener tus datos en abierto, si puedes integrar a grupos que puedan estar interesados en la ciencia o la tecnología que vas a desarrollar, por ejemplo, probando el dispositivo o decidiendo hacia qué líneas de interés social enfocar los próximos avances, si de tus resultados se pueden extrapolar buenas prácticas que puedan mejorar políticas, si puedes presentar tu ciencia en una feria para escolares o si puedes contar con voluntarios que te ayuden a recabar datos, entonces, enhorabuena, porque todo eso y muchas más cosas que se te ocurran son RRI.
En este portal de referencia, desarrollado precisamente a través de un proyecto europeo, se pueden encontrar estos y otros muchos ejemplos prácticos sobre cómo integrar la RRI en un proyecto de investigación.
Posiblemente, con el paso de los años este enfoque ahora incipiente sea también un aspecto a valorar sistemáticamente en los programas de financiación nacionales y autonómicos. Por ello, lo mejor es no perderlo de vista.